Thursday, December 13, 2012

El problema del desarrollo móvil


Muchas empresas reconocen la necesidad de trasladar su software a dispositivos móviles. Los fabricantes de smartphones han prometido para este año dispositivos construidos en torno a procesadores multicore que corren a más de 1 GHz, lo que los convertirá en los equivalentes de las PC de hace cinco años en cuanto a procesamiento.


Por desgracia, muchas firmas sin experiencia en desarrollo móvil probablemente lo enfrentarán con la actitud mental tradicional, aunque el ambiente y experiencia de los usuarios con las aplicaciones sea por completo diferente.


Las cosas no van a funcionar así. Los desarrolladores requieren zambullirse en este nuevo campo de la programación con una disposición mental muy diferente, y encarar un abanico de insidiosos problemas por completo distintos.


Urge resolver muchos problemas


A diferencia de las plataformas para escritorio, los dispositivos móviles son un conjunto muy diverso. Por esta razón, la mayoría de las aplicaciones móviles usan una estructura que oculta el hecho de que la plataforma depende de los cinco grandes manufactureros de dispositivos móviles. Los desarrolladores deben dejar que el proveedor de esa estructura se ocupe de las incompatibilidades y de las diferencias en los factores formales.


Las aplicaciones móviles usan una metáfora de interfaz diferente de la interfaz gráfica de usuario (GUI, por sus siglas en inglés): se trata de la interfaz natural de usuario (NUI), hija de la capacidad multitáctil, hecha de múltiples ademanes o gestos –como pasar la mano por la pantalla para rodarla o ampliar la imagen, picar y estirar para el zoom, golpear para dar clic, golpear y retener para ver menús de contexto o sacudir el dispositivo para hacer lo que tenga sentido para la aplicación–.


Mientras las características de una aplicación se ajusten al significado buscado de la mayoría de los gestos, la NUI una vez aprendida tiene que bastar; son posibles gestos a la medida y específicos para las aplicaciones, en especial gestos multitáctiles con dos o más dedos, pero como son a la medida pueden confundir a otros.


Estos ademanes son solo parte de lo que se le ordena al dispositivo. Los comandos de voz y los teclados virtuales presentan sus propios problemas especiales. Teclear es engorroso para los usuarios de aplicaciones móviles, sea que el dispositivo tenga un teclado físico o no. Los teclados de software presentan el problema de que a veces cubren widgets y controles que limitan la interacción normal.


La conectividad es un problema clave para las aplicaciones que requieren acceso a fuentes de datos. Una aplicación móvil tiene siempre que estar lista para degradarse con gracia si no está disponible ninguna red inalámbrica, como cuando una persona entra un área que no está en servicio. Esto, en general, significa poner en cola las llamadas de salida y mostrar los datos mantenidos en caché. También puede significar tomar con antelación los datos, posiblemente en segundo plano, para tener más información disponible cuando se pierda la conectividad.


Las aplicaciones múltiples que corren al mismo tiempo constituyen otro obstáculo. Todas las plataformas móviles permiten que solo una aplicación por vez controle el dispositivo. Cuando el usuario inicia una nueva aplicación, la que estaba en primer plano pasa a segundo plano, lista para ser vuelta a tomar si el usuario regresa a ella mediante el botón ‘Atrás’ al iniciar otro elemento. Con iOS y Android, las aplicaciones que están en segundo plano siguen vivas y pueden ser retomadas al instante cuando el usuario navegue a ellas. Sin embargo, el sistema operativo se reserva el derecho de matar las aplicaciones de segundo plano en cualquier momento.


Un requisito crucial de todas las aplicaciones móviles es que rápidamente almacenen los datos y se aparten de en medio cuando se recibe una llamada telefónica. Las aplicaciones tienen que hacer esto con rapidez suficiente para que el usuario no pierda la llamada y lo bastante cabalmente para que la aplicación encuentre los datos del contexto para reanudar el trabajo una vez terminada la llamada.


Estos son apenas unos de los problmas a los que se debe enfrentar el desarrollador móvil. Hay otros como la navegación en una pequeña pantalla, la seguridad, etcétera. El quid aquí está en que los negocios no pueden esperar que sus desarrolladores se zambullan y salgan con rapidez con una aplicación móvil que funcione. El desarrollo móvil es un campo único, con requerimientos propios, retos y una gama de recursos demasiado limitada.


Fuente: http://www.informationweek.com.mx/analysis/el-problema-del-desarrollo-movil/



El problema del desarrollo móvil

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